Metodología
Basado en las capacidades individuales
María Montessori elaboró la pedagogía científica basada en la observación y el método científico. A partir de ahí, confeccionó sus materiales y este método de enseñanza.
El método Montessori está basado en observaciones científicas relacionadas con la capacidad que tienen los niños y las niñas de absorber conocimientos de su alrededor, así como el interés que estos muestran por materiales que son capaces de manipular, en cosas que hacen de forma natural y por sí mismos. Por esto, el método es mucho más que educar, es la capacidad del educador de amar y respetar al niño y a la niña y ser sensible a sus necesidades. Una clase Montessori está cuidadosamente organizada, permitiendo así que se trabaje independientemente a la vez que promueve el placer de descubrir por uno mismo.
El papel del maestro
las personas guías
El papel del maestro o guía es un fuerte pilar de la pedagogía Montessori. Esta requiere de una preparación especial, donde ocupa un lugar muy diferente de lo que tradicionalmente se conoce.
Las guías intervienen con delicadeza cuando el niño o la niña lo necesita, observan mucho y, sobre todo, tienen la misión de dirigir la actividad psíquica de los niños y de las niñas y su desarrollo fisiológico.
Ayudan a trabajar, a concentrarse y a aprender sirviéndose del material y del entorno adecuado. Conoce al alumnado y, en el momento más oportuno, les presenta el material didáctico. Les observa durante su actividad y les propone su ayuda sólo cuando tiene la impresión de que alguno necesita del acompañamiento dirigido que le ayude a conectar de nuevo con su propia guía de desarrollo.
Mente Absorbente
María Montessori observó que los primeros seis años de vida de un niño son dirigidos por su mente absorbente. En este periodo, el niño aprende de forma innata a través de sus propias experiencias e interacciones con el mundo que le rodea.
Tendencias Humanas
Las tendencias humanas son las que ayudan al ser humano a satisfacer las necesidades, tanto físicas como espirituales, de cada individuo. Acompañar al niño y a la niña al descubrimiento de dichas tendencias le ayudará a un pleno crecimiento en libertad, respeto y autoconocimiento. Entre ellas podemos destacar la exploración, manipulación, orientación, orden, observación, imaginación, concentración, trabajo, repetición y control del error.
Periodos sensibles
Cuando vemos crecer a un niño y vemos cómo se desarrolla, los cambios físicos nos resultan fácilmente perceptibles; es un crecimiento que seguimos día a día. En cambio, el desarrollo paralelo que se produce a nivel psíquico nos resulta mucho más difícil de captar a simple vista, está oculto en su interior.
Los periodos sensitivos se pueden describir como poderosas capacidades para desarrollar determinadas características, como pueden ser: el orden, el lenguaje, el movimiento coordinado, etc. Son universales, se dan en cualquier niño en cualquier parte del planeta; y son transitorios, ya que van desapareciendo, bien porque ya no se necesita, se trabaja mentalmente y no lo vemos o bien porque un ambiente pobre de estímulos ha hecho que desaparezca.