Las familias han preparado y plantado dientes de ajos. Para ello primero eligieron un lugar soleado, removieron y abonaron el suelo, realizaron surcos de unos 2,5 cm de profundidad con suficiente separación entre ellos.
Posteriormente, colocaron los dientes de ajo, de uno en uno en los surcos, cubriéndolos de tierra.
Finalmente, regaron y delimitaron el área para que fuera visible y no se pise. En unos meses recogeremos lo sembrado.
Una maravillosa actividad de nuestra comunidad.